A orillas del Mar Báltico, la que un día tomara el nombre de Leningrado es hoy una urbe llena de posibilidades que espera ser descubierta.
En la ciudad más europea y elegante de Rusia, San Petersburgo, sorprenden las noches mágicas en el Alexandrinsky Theatre, los paseos en barco por el Neva o las tardes en los jardines Peterhof. Moscú, sin embargo, es la capital más asiática de Europa. Evoluciona sin perder su esencia única. Desde la Plaza Roja, con la Catedral de San Basilio y sus cúpulas escarlatas, hasta los locales nocturnos más exclusivos de la ciudad.
La mejor época para viajar a Rusia es en verano, entre junio y agosto, cuando los meses son más cálidos y los cielos se han despejado.
Experimentar la sensación de ingravidez en el avión de entrenamiento de cosmonautas más grande del mundo, en la Ciudad de las Estrellas de Moscú.
Recorrer el Museo Ruso de San Petersburgo a través de su impresionante colección junto a su curador, o descubrir los almacenes cerrados al público del Museo del Hermitage.
