Viajar a Omán, a medida y en privado. Un pueblo de tradición pesquera, con una presencia siempre discreta en la península Arábiga que guarda el mejor secreto de Oriente Medio. Con el intacto desierto de Wahiba se entra al vacío de arena más grande del mundo; con sus casas de adobe, a un pasado de esplendor que siempre ha sido la tierra de los misteriosos sultanes.
Pasear en camello por el desierto de Wahiba, visitar su zoco local o conducir un 4×4, saltando por las enormes dunas de la región, una de las más fascinantes de Omán.
La mejor época para viajar a Omán es en primavera, cuando miles de rosas florecen en las plantaciones de los poblados situados al pie de la Montaña Verde, Jebel Akhdar.
Entre los meses de enero y febrero, con multitud de festivales en las ciudades del paísque ofrecen al viajero el ambiente más divertido.
Tomar café en un Kargeen, una vieja palabra omaní que significa ‘pequeña cabaña de madera’. Se suele decorar con alfombras tradicionales de estilo oriental.
