La mejor forma de viajar a Islandia, a medida y en privado.
Bajo el círculo Ártico surge la tierra de la luz y la oscuridad, donde el hielo lucha contra el fuego. Islandia no es un destino, es un laboratorio de naturaleza que moldea un impoluto paisaje rebosante de aventura y misterio. Volcanes humeantes, glaciares, cascadas y géiseres silbantes. Islandia estremece, regalando largos días de verano e inviernos oscuros pero decorados con la manifestación más pura de la belleza, la aurora boreal.
El clima en Islandia es oceánico, frío con lluvias frecuentes en la costa y nevadas en el interior del país. La costa sur, influenciada por la Corriente de Golfo, goza de un clima más suave que el resto de la isla.
La mejor época para viajar a Islandia, es de mayo a agosto, que son los meses con temperaturas más suaves y con los días con más horas de sol, pudiendo llegar a unas 20 horas de sol al día.
Desde mayo a septiembre, es la época ideal para el avistamiento de ballenas en la bahía de Skjálfandi, donde se encuentra Husavik. En las frías aguas islandesas viven hasta 23 clases de ballenas. A través de un tour privado por estas aguas se puede contemplar de cerca a las ballenas minke, ballenas jorobadas, delfines, marsoplas y diferentes tipos de aves marinas. Asimismo, es un momento ideal para poder disfrutar de los grandiosos paisajes que brindan las tierras del norte islandesas.
Sobrevolar en helicóptero el Parque Nacional de Thingvellir o hacer rafting en el rápido Hyítá
