Desde las playas tropicales de Florida hasta los picos alpinos de las Montañas Rocosas, pasando por las praderas, los baldíos desiertos del Oeste y los parajes de naturaleza salvaje del Nordeste y Noroeste.
Estados Unidos despliega un collage infinito de paisajes que mudan a cada instante. Metrópolis palpitantes, skylines de vértigo, impresionantes mansiones sureñas, vastos cielos abiertos donde millones de kilómetros de calzada atraviesan desiertos, montañas, lagos, viñedos y campos ondulantes.
Se sueña con este gran país antes y después de conocerlo. Pero, sin duda, se regresa siempre.
Una de las mejores épocas para viajar a Estados Unidos es en primavera, con mucha luz y temperaturas suaves, o en otoño, para ver unos nostálgicos paisajes repletos de colores.
Convertirse en artista de Hollywood por un día de la mano de los mejores productores de música y directores de cine de Los Ángeles, visitar los escenarios de películas y platós de televisión más de moda, dar clases de actuación o grabar tu propio single.
Clase privada de juego en Las Vegas.
Alojamiento en una mansión sureña, en la plantación Nottoway, con vistas al río Misisipi
