Existe un antes y un después de un viaje polar.
La belleza primitiva del Ártico envuelve al viajero en un entorno donde la esencia de los elementos cobra sentido. Fragosas montañas mitológicas que emergen del mar, encantadores pueblos de pescadores, fiordos e imponentes diamantes de hielo dominan el magnetismo de Noruega, tierra de los sami y el sol de medianoche.
En Noruega se aprecian dos climas diferenciados: en el interior es clima es predominantemente ártico, con inviernos helados, fuertes nevadas y vientos y con veranos mucho más cálidos. En la costa es clima es más moderado debido a los efectos del calentamiento de la corriente del Golfo.
En Svolvær, el sol de medianoche permanece por encima del horizonte de finales de mayo a mediados de julio y en invierno, de principios de diciembre a principios de enero el sol no aparece por encima del horizonte.
La mejor época para viajar al Ártico Noruego es durante la estación de verano, en la que los luminosos días gozan de temperaturas más suaves y el sol ilumina durante 24 horas pudiendo disfrutar del increíble Sol de Medianoche.
Navegar en un hotel flotante entre imponentes fiordos por el Norte de Noruega
El Vulkana, atracado en la hermosa ciudad de Tromsø, es un original barco pesquero de arrastre del año 1950, reformado y convertido en un ‘spa flotante’ y que cuenta con zona de spa en el casco, un salón zen, sauna y jacuzzi exterior. Navegar por estas gélidas aguas se convierte en una experiencia única para disfrutar de la serenidad que tan solo la naturaleza es capaz de ofrecer.
Además de estos placeres a bordo del barco, se puede contemplar de forma única el sol de Medianoche o las mágicas Auroras Boreales disfrutando del mejor pescado y marisco autóctono.
